viernes, 10 de julio de 2009

Prolonga el Placer

Todas disfrutamos del sexo de manera diferente. Aprovecha la energía de la pasión y no cedas a los deseos rápidos para gozar el deseo
Tu placer sensual puede ganar mucho en cantidad y calidad, si tienes los elementos adecuados, los sabes manejar y los disfrutas a fuego lento. Las prisas, el nerviosismo y la improvisación suelen ser enemigos del deseo.
El empeño por alcanzar el clímax cuanto antes y a toda costa puede hacer que tu pareja y tú olviden por completo el acercamiento y la pasión.
Es importante que entre más tiempo y atención dediquen a los juegos eróticos preliminares y con los cinco sentidos, sepan que más intenso será el placer.
Goza el placer compartido
En materia sexual, la regla de oro es: “cuanto más pausado y lento sea el preámbulo, más intenso y explosivo será el ardor”, señala la psicóloga María Hidalgo, experta en terapia de pareja.
Algunos de los principales enemigos del placer sexual son el buscar el orgasmo como único objetivo, obsesionarse con retrasar el clímax o repetirlo y la precipitación o la aproximación directa, o lo que se conoce como ir directo al grano.
Déjate llevar
También conspiran contra la intimidad compartida la falta de imaginación, naturalidad, higiene o sensibilidad, el exceso de inhibiciones, la torpeza y la rutina, así como pensar sólo en las propias necesidades, dejando de lado las de la pareja o plantear exigencias que la otra persona no desea satisfacer.
Hidalgo recomienda una serie de tácticas para que tú y tu pareja prolonguen e intensifiquen el placer al máximo:
Habla de tus deseos. Sin tapujos ni temores expresa los juegos eróticos que te gustan. En una pareja compenetrada en el terreno sexual debe existir una mutua aceptación. “La mayoría de los hombres disfrutan complaciendo a sus compañeras sexuales y les gusta saber cómo satisfacerlas. Pero cada mujer es un mundo, lo que las vuelve locas a algunas, produce rechazo en otras”, añade la experta. Por ello es importante que cada uno conozca las preferencias del otro.
Dedica tiempo y atención. Para disfrutar de una sesión prolongada de placer mutuo, conviene estar descansados, tener suficiente tiempo y seguir la premisa de “disfruto dándote placer”, en lugar de procurar encender una pasión desbordante y buscar el clímax inmediato. La idea de que ambos miembros de la pareja deben disfrutar al mismo tiempo y alcanzar el orgasmo simultáneo es un error pues cada persona tiene su propio ritmo y para llegar a la cima del placer hay que conocerlo y respetarlo.
Llena tus pulmones de erotismo. Aprende a respirar adecuadamente, sin prisas ni sobresaltos, mientras haces el amor. Esta idea es una de las claves para relajarse, alejar la ansiedad por llegar al clímax y aumentar las sensaciones placenteras. Una respiración profunda, lenta y regular, que se realice con disfrute y siendo consciente de cómo el aire llena y vacía los pulmones, no sólo aumenta la sensación de calma, en el hombre reduce la necesidad de eyacular, y en ambos hace que el cuerpo se vuelva más sensible al estimular la circulación de la sangre y la percepción de las terminales nerviosas.
Prueba posturas, da respiros y no corras. Cualquiera que sea la posición sexual que adopten, busquen que sus movimientos sean muy lentos y voluptuosos. Este ritmo es esencial para prolongar la sensación placentera y reforzar la intimidad.
No teman experimentar. Los juguetes sexuales, la lencería, los bailes eróticos, los sabores diferentes y todos los elementos que le den más diversión a la sexualidad son permitidos. Visitar una sex shop con tu pareja, probar nuevas sensaciones y aventuras juntos y sobre todo dejarse llevar por el placer sin inhibiciones les dará más libertad para alcanzar el orgasmo de una manera completamente diferente.

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